Cuantas más plantas incluyas en tu tabla de rotación de cultivos, más probabilidades tienes de lograr una gran cosecha.
Por ejemplo: algodón - arroz - maíz
Una tabla de rotación de cultivos compleja mejora la composición química del suelo. Así es como funciona:
- El agotamiento de los nutrientes del suelo varía en función de la planta.
- El sistema radicular no es igual de profundo en todas las especies. En consecuencia, algunas plantas pueden absorber nutrientes de diferentes capas del suelo.
- Los residuos vegetales forman una nueva capa de humus. Cuanto más diversa sea, mejor será su composición química.
Por otra parte, una secuencia de rotación de cultivos compleja constituye una medida preventiva confiable a la hora de luchar contra las plagas.
Por ejemplo, supongamos que deseas plantar maíz todos los años. Con el tiempo, las plagas desarrollarán resistencia a los productos fitosanitarios que aplicas (insecticidas, herbicidas, etc.). Si no tienes pensado utilizar una estrategia de control de plagas alternativa, entonces la rotación de cultivos puede ser tu aliada. Por ejemplo, pongamos que quieres combatir los nematodos. En ese caso, prueba plantar cultivos que no sean hospedantes.
Otro método que te ayudaría a conseguir una secuencia de rotación de cultivos más compleja y efectiva consiste en el cultivo de pastos o especies perennes. Las especies perennes constituyen una fuente natural de nutrientes muy beneficiosos para el suelo. Por ejemplo, las legumbres enriquecen el suelo con nitrógeno. Las bacterias fijadoras de nitrógeno crean una relación simbiótica con las leguminosas y, gracias a esto, prosperan en la planta. Esto significa que no tendrás que gastar fortunas en nitrógeno porque las bacterias y las plantas harán todo el trabajo. Además, gracias al poderoso sistema radicular de las especies perennes, se impide la erosión del suelo ocasionada por el viento y el agua.
Ejemplo: maíz - soja (soya) - maíz - soja - alfalfa- alfalfa - alfalfa - alfalfa.